Cada niño crece a su propio ritmo. Existe una gran variabilidad de pesos y tamaños entre los niños sanos y normales.
El crecimiento depende, sobre todo, del potencial genético de cada individuo y del sexo, aunque también influyen otros factores como la nutrición, la actividad física o la existencia de problemas de salud.
Es un reflejo del estado global de salud y de nutrición. Se valora comparando, en una gráfica de crecimiento, las medidas de un niño concreto frente a los de su misma edad .
Por sí solos, los percentiles de crecimiento no indican el estado de salud de un niño. Es sólo una comparación. El percentil concreto de un niño, como dato aislado, no tiene demasiado valor. Las curvas de crecimiento no deben utilizarse como instrumento único para tomar decisiones, aunque los datos que proporcionan contribuyen a formar una impresión global del niño. El crecimiento debe valorarse en un contexto amplio y requiere considerar otros factores, como la talla de la familia o el ambiente.
La página de la IHAN, nos ofrece la posibilidad de calcular fácilmente los percentiles de peso y talla .
Todos los cálculos se hacen utilizando los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Las tablas de la OMS están realizadas con niños lactados a pecho y son provinientes de distintos países del mundo. En estas tablas la impronta étinica en el peso se ha comprobado que no es relevante en cuanto al peso (si puede serlo en cuanto a la talla)